¿Qué tal si nos preguntamos… Estoy atendiendo mis necesidades?

Préstate atención

Muchas veces no prestamos atención y no nos atendemos como quisiéramos y solemos decir que es por falta de tiempo (de cocinarnos, de ejercicio,…) sin embargo, ¿qué ha ocurrido estos días?

Estoy viendo en pacientes que siguen hablando en esos términos pese a que están en casa y que lo que antes era una falta de tiempo ahora es más una cuestión de prioridad por lo que se anteponen muchas otras cosas antes que sus propios cuidados y necesidades. ¿El motivo? Pueden ser muchos,  entre ellos el tener una imagen corporal no adecuada, no realista o simplemente una visión parcial ya que hay ocasiones en las que no valoramos nuestro cuerpo en su totalidad y nos quedamos únicamente en la apariencia física, sin tener en cuenta todo aquello que el cuerpo es capaz de llevar a cabo desde el interior.

Para mí es importante, en los momentos en los que nos tratamos con dureza plantear la siguiente pregunta… ¿qué cosas me gusta mucho hacer y lo consigo gracias a mi cuerpo?

Podría ser escuchar música, salir a correr, hablar con mis amigas, leer… Estas respuestas nos permiten ver que si no fuera por nuestro valiosísimo cuerpo todas estas cosas no podríamos llevarlas a cabo, de hecho… ¡¡no podríamos ni respirar!!

Por lo tanto, nuestro cuerpo tiene mucho valor,  es importante que esto lo veamos y seamos conscientes de ello, porque si no le damos el valor que se merece, va a ser complicado que lo cuidemos como nos gustaría hacerlo, con ternura, atenciones y ocupándonos de él de forma saludable.

Cómo empezar

Podemos empezar dándole valor a nuestra belleza interna, ya que es probable que nos resulte más fácil, como son nuestros principios personales, nuestras inquietudes y capacidades, nuestra bondad con los demás, nuestra imaginación,… es decir, todo aquello que nos define como realmente como persona y que nos hace únicos.

Considero que también es importante cambiar el enfoque que tenemos de nuestro cuerpo ahora que apreciamos su totalidad, ya que vamos a poder mirar por nuestro bienestar y nuestra salud, dejando de pensar, al menos en parte en kilos, en forma o en imagen externa.

En realidad no existe ninguna forma en la que el cuerpo tenga que ser (y en este punto me refiero a nivel físico externo, no de salud ni de patologías), sino que vienen marcados por patrones estéticos externos o impuestos por la sociedad y nadie nos ha preguntado si estamos o no de acuerdo o si es lo que queremos. ¿A qué no? ¡Prueba reflexionar acerca de ello puede ser una buena estrategia!

Acéptate

También me he encontrado con pacientes que piensan que nuestro cuerpo para aceptarlo primero hay que cambiarlo.  Olvidémonos de esa idea, la realidad es que cuanto antes empezamos a ser fieles a nuestra forma de ser o a nuestra esencia, antes empezamos a aceptarnos. Intentar ser una persona que no eres, posiblemente no te haga sentir mejor, puede ser muy frustrante y agotador.

Puedes escribirme para comentarme tu caso o cualquier cosa que consideres ¡estaré encantada de leerte!

[Referencias de este post: Curso Mindful Eating, genética y vegetarianismo. Mireia Hurtado y Lara Lombarte]


María Giménez Boix – Dietista – Nutricionista CV0091

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio